La presión por estar perfectas es un síntoma que está más relacionado con las sociedades de consumo e industrializadas, que destacan la importancia de la estética y la imagen.
Esto se refuerza constantemente en los medios de comunicación por medio de la publicidad, en el cine, en las revistas, en la televisión, con el agravante de que hoy, se ha trasladado a la cotidianidad.
Es el tema de conversación principal de mujeres que viven pensando en cómo bajar de peso, cómo estar más delgadas, más guapas, mejor vestidas.
De este modo, es comprensible que una de las causas de los trastornos alimenticios sean las presiones socioculturales, y parece ser que se está llegando a un límite que puede ser peligroso e incluso mortal para quienes lo sufren.
Si bien los se presentan en «ambos sexos», las mujeres son más vulnerables a padecerlos.
Entre otras, una de las razones para que esto ocurra es que, cultural e históricamente, la mujer ha sido reconocida por su físico, se ha resaltado su belleza y se ha catalogado a ésta como una condición femenina.
Sin embargo, muchos «hombres» sufren este tipo de trastornos, pero tienden a ocultarlo más que ellas
Los estereotipos de belleza son un factor significativo que influye en lo que socialmente se considera estético.
Se dice que la percepción de lo que es o no bonito, en gran medida, es una convención social a la que las personas nos adaptamos.
En nuestra sociedad, y sobre todo en la época actual, se hace una relación entre «belleza, éxito, y felicidad», que finalmente es lo que todos los seres humanos buscamos, así como un culto a la juventud que parece desde tiempos pasados, afectar en mayor medida a las féminas.
Fuente: The Beauty Myth de Naomi Wolf.
Adaptación: Maly Sajnovick-Linfoterapeuta
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